A portas de terminar el 2015, el escenario minero mundial no es muy alentador. En el caso del Perú, además de la caída de los precios de los metales, la inestabilidad política por las próximas elecciones complica más aún el panorama del sector.
El problema fundamental del desarrollo de la minería peruana es la falta de visión a largo plazo. Sobre el tema, varios especialistas debatieron durante EL seminario “El Futuro de la Minería en el Perú y su Impacto en el Desarrollo Nacional”, organizado por el IIMP. Los expertos destacaron que en primer lugar se debe converger el Estado, la academia, la empresa privada y las comunidades.
Juan Incháustegui, ex ministro de Energía y Minas, sostuvo que la minería sí puede lograr la concertación de los actores sociales a favor del progreso nacional. Para hacerlo realidad, “los gobiernos, la academia y la empresa deben lograr la integración científica a nivel nacional”.
Con el panorama mundial, según Julio Velarde, presidente del Banco Central de Reserva (BCR), los precios de las exportaciones peruanas de metales seguirán cayendo el próximo año. A pesar de ello, el Perú seguirá atrayendo considerable inversión minera porque nuestras reservas y nuestra competitividad energética son muy atractivas, pero advirtió que debemos ser más eficientes, tener costos más bajos en tecnología y recuperar la confianza de las comunidades.
“En el Perú existe mucha desconfianza con respecto al Estado. Las comunidades en especial. Se necesita que las comunidades respalden proyectos y se debe lograr previo a los mismos”, puntualizó.
Roberto Abusada, presidente del Instituto Peruano de Economía (IPE), recalcó que para trabajar una minería sostenible es necesario contar con tres factores importantes: tecnología, aceptación social y el respaldo de un gobierno comprometido en generar estrategias para hacer de la minería una actividad sostenible para las futuras generaciones.
“La minería debe ser parte de los proyectos de desarrollo, no solo a través del pago de impuestos. No se puede crecer sin uso de los recursos naturales, los problemas sociales son resolubles. No debemos cegarnos, por cada empleo en el sector minero se generan nueve trabajos en otra parte del país”, remarcó.
Abusada también señaló que el Perú pierde al año cerca de 2.000 profesionales del sector dejando a la minería nacional sin trabajadores expertos en la industria.
La titular del Ministerio de Energía y Minas, Rosa María Ortiz, señaló que para lograr el desarrollo minero es importante empoderar e involucrar a las comunidades en actividades colaterales a la mina.
Ortiz, invocó al empresariado a colaborar con el Estado para empoderar a las comunidades en el desarrollo de proyectos. Reconoció que “antes, el Estado no tuvo la llegada adecuada con las comunidades, pero ahora los canales están mejorando”.
Para, Roque Benavides, presidente de Compañía de Minas Buenaventura, el futuro de la minería depende de un país menos burocrático. Advirtió que “tenemos que hacer un Estado mucho más eficiente y competitivo”.
Asimismo, indicó que la investigación debe realizarse de la mano con la universidad pública, y destacó la labor del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (INGEMMET) en el desarrollo de la minería en el país.
Uno de los factores primordiales para pensar en un futuro minero positivo en el país es tener las reglas claras. La compleja maraña burocrática por la que atraviesan los inversionistas que apuestan por un proyecto minero, ahuyentan su interés en el Perú. Al respecto, la especialista de derecho minero, Xennia Forno invocó al estado a revisar de forma exhaustiva el marco regulatorio para poder pensar en el futuro de la minería nacional como motor desarrollo, en un horizonte de 20 a 30 años.
“Nos hemos preocupado más en resolver temas de percepción que temas reales y ese ha sido un grave error. Hay proyectos de ley para todo y eso realmente es un peligro. El Estado debe revisar de forma exhaustiva el marco regulatorio”.
Para la especialista, un tema pendiente para los próximos años en legislación nacional es cómo establecer la correcta utilización del instrumento de ordenamiento territorial. “Debería hacerse una zonificación económica, ecológica y un ordenamiento territorial de acuerdo a cada región geográfica”, precisó.
Por su parte, Víctor Gobitz, gerente general de la Compañía Minera Milpo, indicó que el Estado y el sector empresarial deben contar con un diálogo más fluido, de manera que las inversiones mineras tengan mayor agilidad y predictibilidad. “La comunicación con el Estado respaldando las inversiones formales es fundamental para orientar a la población en su conjunto”, precisó.
De otro lado, dijo que es necesario impulsar la formación de empresas comunales que brinden diversos servicios a las compañías mineras para insertar a los pobladores en la cadena productiva de una actividad económica de largo plazo como la minería. Con ello se ayudaría a mostrar los beneficios que brinda esta actividad económica.
James Deverell, director CSIRO Futures de Australia, explicó que la colaboración de todos los actores involucrados en la minería debe ser un objetivo a futuro. Asimismo señaló que el capital humano juega un rol vital en el desarrollo de la minería. “Las comunidades deben participar”, enfatizó.
En esa misma línea, Paul Heithersay, Jefe de Recursos y Energía del gobierno sur de Australia, precisó que “una actividad estratégica en la minería es lograr la confianza con las comunidades”.
Nicholas McCaffrey, Embajador de Australia en el Perú, destacó que durante los últimos 25 años, la minería en Australia ha sido la más desarrollada del mundo y que ha apuntalado el desarrollo económico de dicho país. Sostuvo que su país tiene mucho que compartir con el Perú basado en su experiencia. “La minería es el corazón de los intereses de Australia en el Perú”.
