El proyecto minero Toromocho entregó un total de 10 casas–habitación a igual número de familias que han decidido residir permanentemente en el reasentamiento Nueva Morococha (ex Carhuacoto), en la región Junín, informó el Ministerio de Energía y Minas (MEM).
El jefe de la Oficina General de Gestión Social (OGGS) delMEM, Fernando Castillo Torres, explicó que la entrega de las viviendas es producto del diálogo sostenido en el tercer comité de evaluación técnica entre representantes de la sociedad civil, el Estado y la empresa Chinalco en cumplimiento del reasentamiento exigido en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para el inicio de las operaciones mineras en la mencionada localidad.
Recordó que al iniciarse, hace dos años, el reasentamiento en Nueva Morococha, una mesa de diálogo decidió la instalación de un comité de evaluación técnica para identificar a los pobladores de la antigua Morococha que serían beneficiados con una casa habitación en la nueva ciudad de Morococha.
“Estos debían acreditar su residencia conforme a parámetros establecidos en el pleno de la mesa de diálogo y ejecutados por el mencionado comité”, anotó Castillo.
Precisó que hasta ahora se ha asignado un total de 47 casas-habitación mediante esta modalidad que, en tres instancias, ha evaluado 720 expedientes y quedan 9 viviendas por asignar. En total, informó, son 1,040 viviendas asignadas.
Aseveró que la mesa de diálogo en Morococha fue instalada el 2009 y ratificada el 2012 mediante RM 131-2012-PCM de laPresidencia el Consejo de Ministros (PCM) y está conformada por representantes del Gobierno Regional y la Vicaría de la Región Junín.
La OGGS del MEM ejerce la Secretaria Técnica y como observadores hay representantes de la Oficina Nacional de Diálogo y Sostenibilidad de la PCM, entre otros sectores.
Finalmente, Castillo Torres dijo que la mesa de diálogo alista un Convenio Marco Unificado que regirá las relaciones entre la sociedad civil y la empresa durante el período que dure la explotación del Proyecto Toromocho.
Señaló que estas relaciones deben basarse estrictamente en una armonización entre la empresa y la población civil organizada.