Hector Velazquez Álvarez

Cuando en enero del año 2004, en ocasión del Lanzamiento Nacional del Plan Minero Bienal, el ex presidente Dr. Néstor Kirchner, manifestó textualmente  “El sector minero es uno de los pocos sectores que en la década del 90 tuvo un destino estratégico diferente… hasta en el proceso de recesión fue mantenido el crecimiento permanente”, éste marcó a fuego el ideario de una Política Minera Nacional, que la pasada gestión a lo largo de 12 años, defendió tenazmente en nuestra provincia.

Un Modelo, que desde la inversión de capital cifraba el éxito de nuestro desarrollo minero solo en el capital  extranjero, y desde la operación de proyectos mineros, solo en las empresas foráneas y transnacionales.

En este contexto, la actividad de Mina Veladero no solo fue cobrando importancia por su marcada incidencia en el Producto Bruto Geográfico (PBG) y las exportaciones provinciales, sino que desde el derrotero de una inadecuada e irresponsable gestión, generó los dos incidentes ambientales de mayor impacto para la comunidad, que se reconocen a nivel nacional.

Bajo el influjo de un fastidioso hartazgo, el segundo incidente ambiental ocasionado por Barrick, de la misma forma en que presurosamente movilizó a las Autoridades de Gobierno, aceleró las decisiones de la actual Gestión, que necesitaba con urgencia marcar su propio sello,  en lo que hacía a su capacidad de respuesta institucional y su propia impronta, respecto a algunos aspectos que se vinculan con la forma y con el fondo, con el que el Ejecutivo al parecer concibe hoy, a la actividad minera.

Por esta razón, la confirmación “de un nuevo equipo para la continuidad con los cambios necesarios” como se ha señalado, representa una decisión que era esperable  y previsible, y en este sentido, me remito a los propios hechos.

Iniciada la Gestión actual, se dio marcha a un inédito Programa de Fomento a la Pequeña y Mediana Minería, y Minería Artesanal. Un Programa, que a través de la asignación de recursos no reintegrables plantea como objetivo, potenciar, reconocer y formalizar el trabajo de los mineros artesanales, y otros 2 programas, uno orientado a la Modernización y el otro a la Innovación,  de los sectores que representan los segmentos de la Pequeña y Mediana Minería en nuestra provincia. 

En línea a esta decisión, el Ejecutivo decidió crear un Nuevo Fondo a través de Proyecto de Ley, esta vez, destinado a financiar proyectos productivos conducentes a impulsar el Desarrollo Comunitario. La idea tal cual se señala, es la creación de actividad y trabajo genuino en el sector del turismo, industrial, agroindustrial, agrícola etc, particularmente, en los departamentos donde se desarrolla la minería.

Según mi apreciación profesional, estos acontecimientos que representan cambios de fondo, no solo tienen que ver con la visión de una minería integral, sino que con un componente que rescata tanto el pensamiento nacional, como el interés minero nacional y provincial.

De frente al último incidente ambiental, el Ejecutivo y la Autoridad Minera actuaron en forma clara, rápida, precisa y ejecutiva. Se determinó en forma preventiva la inmediata paralización de las actividades en Veladero, la intangibilidad laboral y salarial de los trabajadores, como asimismo, la constitución en terreno de autoridades, técnicos y profesionales de la Autoridad de Aplicación, para evaluar el alcance del evento.

Me parece que esta decisión representa un cambio de forma, en el sentido que contrariamente a la manera improvisada, ambigua y enigmática con la que se actúo en el evento anterior, en este caso, no se intento amparar a la empresa, se busco dar una respuesta contundente al fuerte impacto social que ocasionó este nuevo incidente.

En este escenario y particularmente en el que se refiere al desplazamiento de autoridades que representa en lo práctico “barajar y dar de nuevo”, entre otras definiciones el Sr. Gobernador ha expresado, "la minería es política de Estado". "Seguiremos trabajando para que ésta actividad junto a la agrícola, la pecuaria, la industrial, la turística más el Estado desde la inversión en la obra pública potencien la economía". "De la mano de esta diversificación deberíamos encontrar un destino distinto y promisorio para los sanjuaninos".

Estimo que estas definiciones que comparto plenamente, generan un espacio de discusión que es sano y oportuno recrearlo. Solo se requiere de un debate que sea respetuoso, en lo político y ciudadano.

En un eventual escenario de reflexión y de debate, 3 decisiones resultan claves e importantes: 

Consolidar a través de la explotación de todos los recursos existentes, un Desarrollo Minero Industrial. 

Resolver, la perversa dualidad que genera el otorgamientos de derechos mineros que por sobre la necesidad de avanzar en la definición de proyectos, solo privilegian todo tipo de especulación.